«Calígula debe morir», bajo la dirección de Mabel del Pozo, se presenta como una impactante inmersión en la compleja psique del emperador romano Calígula. La interpretación magistral de Xoel Fernández como el protagonista lleva al público a través de los oscuros recovecos de la tragedia histórica, explorando temas profundos y perturbadores que resuenan con la audiencia hasta después de apagarse las luces del escenario.
La obra, basada en la vida del tercer emperador del Imperio romano, revela con maestría la tragedia personal que envuelve a Calígula tras la temprana muerte de su hermana Drusila. La pérdida desencadena una rebelión metafísica en su interior, desatando un torbellino de emociones y acciones que desafían el orden establecido de las cosas. Las reflexiones existenciales plasmadas en la narrativa revelan un Calígula obsesionado con lo imposible, con la luna, y determinado a desafiar los supuestos valores humanos.
Xoel Fernández entrega una actuación apasionada que captura la complejidad del emperador en su caída hacia la megalomanía. La dirección de Mabel del Pozo logra destacar la perversión de la sociedad y el existencialismo que se despliega en la trama, manteniendo a la audiencia absorta en cada momento.
La obra no solo es un retrato de un tirano demente, sino también una provocadora reflexión sobre la naturaleza humana y los extremos a los que puede llegar el poder absoluto. La narrativa invita a la audiencia a cuestionar los límites de la moralidad y a reflexionar sobre las consecuencias de la obsesión desenfrenada.
«Calígula debe morir» no solo es teatro, es una experiencia visceral que desafía al espectador a confrontar los aspectos más oscuros de la condición humana. Una producción que no solo entretiene, sino que también provoca la reflexión profunda sobre la naturaleza del poder y la fragilidad de la mente humana.
La obra se representa en la Sala Mirador los jueves hasta el 29 de febrero.
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