Nunca he estado en Dublín: una comedia para reír y reflexionar

Escena de la familia sentada celebrando la Navidad
La familia Amesti sentada a la mesa. Créditos: Teatro Pavón

El Teatro Pavón acoge Nunca he estado en Dublín, una comedia con incipientes matices de drama, camuflados en las penas y desventuras de una familia de clase media, los Amesti, donde las inseguridades, miedos y realidades propias desnudan el telón y suben a escena con diálogos cotidianos cargados de humor, sátira y reproche

Es la noche de Navidad y luego de 3 años sin ver a sus padres y a su hermano, Elena la hija menor, decide visitarlos, pero no llegará sola, sino con su novia irlandesa, Cindy, un personaje ‘difícil’ de ver para su familia, o al menos al principio. 

En Nunca he estado en Dublín, más allá de las risas – en momentos desternillantes por la sincronía y complicidad de los actores – la alegoría de alimentar la esperanza en una ilusión y en algo inexistente y que pueda apaciguar el caos, se hace evidente a lo largo de los 90 minutos de la obra. Y no tiene por qué relacionarse con una presencia religiosa como si del Espíritu Santo habláramos, porque para la familia, Cindy pasó de ser la locura romántica y un tanto exacerbada de la hija, a incluso considerarse una integrante más que replantearía el número de miembros de la Divina Trinidad. 

Las deudas, las malas decisiones, la inestabilidad emocional, confluyen en una metáfora existencial que envuelve a la familia en una vorágine de situaciones disparatadas, que cada uno sabe individualizar desde su propio rol.

El padre despedido que ve la oportunidad de renovarse desde una perspectiva optimista-derrotista; un hijo mequetrefe cegado ante el abandono de su esposa; la hija con una vida amorosa tan ‘transparente’ que sobrepasa el alcance de los sentidos; y una madre, más allá de irresponsable, ignorante frente al boom de las redes y el frenesí de propuestas jugosas de dinero fácil.  

El reparto, tándem perfecto para asegurar risas y reflexión sobre la ‘realidad’ individual en Nunca he estado en Dublín

¿Está mal visto que cada quien cree su propia realidad y se alimente de ella para sentirse pletórico y realizado? No lo sabemos, pero lo que si calca la obra es la aparición de juicios de valor, que cuestionan las diferencias frente a los clichés y estándares de la sociedad desde el núcleo familiar. 

Muchos nunca hemos estado en Dublín, en Stonehenge o en Tokio, pero muchos nos imaginamos paseando por sus calles o disfrutando de sus atractivos. Y así alimentamos un sueño. ¿Por qué cuestionar el alimentar una ilusión con alguien o algo que a ojos de terceros es invisible pero una auténtica realidad para otros? ¿Locura? ¿Un escape a la soledad, a una realidad no deseada? El espectador tendrá respuestas… y serán sus respuestas.

Eva Hache, Carolina Rubio, Iñigo Aranburu e Iñigo Azpitarte encabezan el reparto de ‘Nunca he estado en Dublín’, comedia escrita por Markos Goikolea y dirigida por Mireia Gabilondo. Desde el 5 de febrero hasta el 27 de abril en el Teatro Pavón, martes a sábado a las 19h y domingos a las 18h. 

Artículo anteriorEl barco de Mar i Cel navega hacia una nueva era visual en el Teatro Victoria de Barcelona
Artículo siguienteARCOmadrid se confirma como cita imprescindible por la calidad de sus contenidos artísticos