Probablemente uno de los mejores consejos para ir a ver «Dentro y fuera» es no saber prácticamente nada de la obra. Así fui yo y la experiencia resultó ser sorprendente, original y muy divertida. La sala AZarte acoge esta comedia que se desarrolla en dos espacios distintos que se complementan, la cara y la cruz, la realidad y la ficción. Dos obras que transcurren a la vez y que parecen no tener sentido hasta que, al final, todo encaja a la perfección.
En «Dentro y fuera» los actores entran y salen de cada una de las obras moviéndose entre la intimidad del camerino y la exposición que supone un escenario ante un patio de butacas. Este espectáculo cuenta la historia de una compañía de teatro alternativo que decide acerarse a lo comercial con una comedia luminosa y sofisticada que resulta ser un fracaso. Mientras que sobre el escenario los personajes admiran la torre Eiffel y toman champán, en los camerinos vemos a los actores en su versión más real y vulnerable, siendo ellos mismos, desorientados y a la deriva ante el caos en escena.
Víctor García León dirige esta innovadora obra cuyos protagonistas son Quim Ramos, Alejandro Tous, Cristina Soria y Paola Matienzo que representan esa dualidad en sus propios personajes y que juntos consiguen hacer un conjunto perfecto. Y es que todos bordan su papel y logran mostrar su lado más cómico sobre el «escenario» y el más íntimo con sus luchas diarias, en los camerinos. Comicidad y vulnerabilidad sin perder en ningún momento el frenético ritmo de la obra y manteniendo al espectador con ganas de más. Del caos inicial, todo cobra un sentido al final de la obra, ya que es una función dentro de una función, el anverso y reverso de una obra de teatro. Pero todo bajo la premisa de la comedia, de sacar al espectador una sonrisa de principio a fin, haciéndole partícipe y abriendo las puertas de una función dentro y fuera de los decorados.
En definitiva, «Dentro y fuera», cuenta la historia de un grupo de actores que se representan a sí mismos intentando representar a otros. Una obra que no deja indiferente, por original, inesperada y muy divertida que desafía las convenciones teatrales aportando frescura y talento sobre el escenario. Es la oportunidad perfecta para acercarse como espectador a lo que puede ser vivir la realidad de un camerino mientras sucede la obra, donde termina la ficción y comienza la realidad. Es la excusa perfecta para pasar un buen rato y dejarse sorprender por la magia del teatro.
«Dentro y fuera» se representa los sábados del mes de noviembre en la Sala Azarte.