Por Jon Salvador.
¿Qué es una copia? ¿Está mal copiar y plagiar? ¿Acaso los seres humanos no aprendemos todo mediante mera repetición y copia? Esas son las preguntas que revolotean en el aire en la obra de “Falsestuff: la muerte de las musas”. Un nuevo experimento de Nao Albet y Marcel Borrás que mezcla la crítica, la autoparodia y la reflexión más profunda sobre la condición humana.
Con su estilo anárquico, y en muchas ocasiones, carente de un sentido concreto, cuentan la historia de André Fêikiêvich, un falsificador de arte que busca la perfección en el arte de la copia, tanto y de manera tan obsesiva, que la pieza resultante pueda incluso brillar por sí misma y convertirse en un nuevo original. Y todo ello se representa “copiando” los géneros maestros de la interpretación que se van conjugando a lo largo de la obra. Desde un musical western hasta un monólogo, explorando géneros contemporáneos y pasando incluso por un coloquio con un moderador y los actores en medio de la obra para reflexionar sobre la misma y sobre los conceptos de ‘original’ y ‘copia’.
Si bien el comienzo de la obra es desconcertante, e incluso en algunos momentos surja el sentimiento de la burla y la ridiculez, en cuanto el espectador capta la dinámica de la misma, este pasa a ser cómplice de esta gamberrada ejecutada con un gusto y una técnica que roza la perfección. La viva imagen de que la originalidad está sobrevalorada.