«Invitadas» en el Prado: el papel de la mujer en el arte

Pasear entre los cuadros de la exposición Invitadas en el Museo del Prado es aprender de arte pero, sobre todo, de historia. Historia de la mujer, de su evolución, de su difícil camino para hacerse un hueco en el mundo artístico, tan cerrado siempre para ellas, como la mayoría de los sectores laborales. Esta muestra es especial por muchos motivos: el primero y más importante, porque supone un reconocimiento a todas aquellas artistas que lucharon por ser artistas y romper con lo establecido. Pero también lo es por ser la primera que realiza el Museo del Prado tras su reapertura tras el cierre debido a la pandemia del coronavirus. Algo que demuestra la voluntad del centro por seguir siendo un referente cultural en momentos de dificultad.

«Invitadas. Fragmentos sobre mujeres, ideología y artes plásticas en España» abarca desde el año 1833 al 1931 y tiene como objetivo ofrecer una reflexión sobre la manera en la que los poderes establecidos defendieron el papel de la mujer en la sociedad a través de las artes visuales, desde el reinado de Isabel II hasta el de su nieto Alfonso XIII. Casi 100 años de historia en los que el Prado fue el elemento central de la compra y exhibición de arte contemporáneo.

Una exposición que reivindica el papel de la mujer y la hostilidad con la que fue tratada en la sociedad y por supuesto, en el sistema del arte español durante el siglo XIX y principios del XX. La muestra se divide en varias temáticas en las que la mujer pocas veces es protagonista por voluntad propia o está en el lugar en el que realmente quiere estar. La mujer siempre fue la invitada incómoda en la escena artística de su tiempo siendo casi un objeto más de la imagen. Según avanza la exposición, la mujer adquiere más protagonismo no como parte pasiva del cuadro siendo retratada sino como parte activa, la que pinta, la artista. Pero a la mujer solo se le permitía pintar bodegones, flores y poco más, apenas retratos y nunca desnudos. A la mujer siempre se le ha puesto trabas desde el principio de los tiempos en la mayoría de las profesiones y la pintura no lo fue menos. Lo habitual era retratarla pero cuando alguien intentaba «denunciar» de alguna manera ciertas situaciones todos a su alrededor se le echaban encima y no digamos si era la propia mujer la que quería expresar su libertad mediante la pintura.

Invitadas es un viaje por la historia de la pintura visto desde el punto de vista de la mujer pero también es un viaje por su evolución y su lucha y todo lo que tuvo que pasar para hacerse un hueco en el mundo del arte y hacerse escuchar. Es la oportunidad perfecta para pensar, aprender y recapacitar sobre el duro camino de la mujer en la pintura y en la vida.

«Invitadas» se expone en el Museo del Prado hasta el 14 de marzo de 2021.

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