La reina de la belleza: una cruda representación de las relaciones maternofiliales 

Maria Galiana y Lucía Quintana en La reina de la belleza.

Desde el pasado 5 de junio, podemos disfrutar en el Teatro Infanta Isabel del nuevo espectáculo de Okapi Producciones: La reina de la belleza. Estrenada por primera vez en 1996, y a la que más tarde se unirían otras dos piezas como parte de una trilogía. En esta ocasión, han escogido una obra del reputado dramaturgo británico-irlandés Martin Mcdonagh, autor de, entre otras grandes piezas: El hombre almohada. 

Lo primero que percibe el espectador desde el patio de butacas es una escenografía limpia. A cargo de Ana Garay, la escenografía nos muestra una cocina de una casa rural en la que abundan los tonos grises, con ausencia de todo color, y que ya nos da pistas del tipo de ambiente que se respira en ella. Al comienzo de la función, la parte musical, composición de Orestes Gas, sumada a la ya mencionada escenografía, van generando en el espectador una atmósfera trágica que se va a mantener hasta el final. 

Nos encontramos ante un drama realista ubicado en Connemara, al Noroeste de Irlanda. Las protagonistas de esta historia son Mag Folan y su hija Maureen. La primera, madre de tres hijas, lleva muchos años manipulando a su hija Maureen para que se quede con ella a cuidarla. A diferencia de sus dos hermanas, que tienen su vida hecha lejos del pueblo, a Maureen, ya superados los 40, le ha tocado permanecer en el pueblo natal, cuidando de su madre y lejos de toda posibilidad de rehacer su vida, tanto profesional como sentimentalmente. Entre ambas protagonistas ha surgido un tipo de relación tóxica y cruel, llena de mentiras, silencios y manipulaciones. Protagonizada por Maria Galiana y Lucía Quintana, el reparto se completa con Javier Mora y Alberto Fraga. Todos ellos hacen un trabajo interpretativo tan sólo al alcance de unos pocos, con especial mención a Lucía Quintana y Maria Galiana, a la cual es una delicia verla “pensar” en el escenario. Ambas se marcan un duelo de una gran calidad interpretativa.  

A través de las historias de estos dos personajes, el espectador podrá reflexionar sobre la soledad, el miedo, la manipulación, las relaciones maternofiliales y la escasez de oportunidades de la juventud en las zonas rurales. Juan Echanove nos presenta un montaje totalmente recomendable de la cartelera madrileña en donde se combina la elegancia y la crudeza a partes iguales. 

La reina de la belleza se representa en el Teatro Infanta Isabel, Calle del Barquillo, 24, de Madrid, miércoles, jueves y viernes a las 19:00 horas, sábados y domingos a las 18.00. 

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