El Golem: una puesta en escena oscura, pero obligada de la cartelera 

Desde el pasado 25 de febrero y hasta el 17 de abril, el Teatro María Guerrero acoge la obra El Golem. Con texto de Juan Mayorga, escrito en el año 2015 y modificado tras la situación vivida con la COVID-19, Alfredo Sanzol dirige el que se ha convertido en uno de los estrenos más esperados de la temporada. El argumento parte del mito judío que habla de “El golem”, una criatura de barro que, si se le introduce por la boca la palabra sagrada adecuada, cobra vida convirtiéndose en una figura protectora que defiende a la comunidad de los posibles peligros. El equipo formado por Mayorga y Sanzol ha creado una propuesta escénica oscura, en ocasiones incluso perturbadora, pero brillante, llena de simbología y con un texto que se acerca mucho a la filosofía. Ambos se han arriesgado con una propuesta muy lejana a las que nos tienen acostumbrados. 

La obra parte de un punto que, tras haber vivido una pandemia sanitaria, no nos resulta ni tan lejano ni tan extraño: el sistema de sanidad pública de la sociedad se encuentra colapsado. En esta situación social tan extrema, Ismael (interpretado por Elías González), paciente que sufre una extraña enfermedad requiriendo un tratamiento especial, está a punto de tener que abandonar el hospital en el que se encuentra por falta de recursos. Es en esta situación límite cuando a Felicia, su mujer, le ofrecen desde el hospital un curioso pacto: si ella va memorizando una serie de palabras cada día, Ismael podrá mantener su tratamiento en el hospital. Felicia acepta el trato. ¿Los motivos que llevan al hospital a ofrecer esta propuesta? La respuesta queda en manos del espectador. 

La escenografía, creación de Alejandro Andújar, evoca desde el principio la oscuridad de la que hablábamos antes. Además, en combinación con la música, obra de Fernando Velázquez, y la iluminación, diseñada por Pedro Yagüe, el espectador puede sentir un aura de misterio, incluso de terror, desde el momento en que se sienta en la butaca. Los actores están soberbios. Hay que hacer especial mención a Vicky Luengo, actriz polifacética que no sólo muestra un control corporal impresionante a lo largo de las dos horas de función en las que se va transformando poco a poco a medida que va “adquiriendo las diferentes palabras” que le enseña la trabajadora del hospital (Elena González), sino que es capaz de transmitir perfectamente la angustia y frustración que va experimentando su personaje a medida que transcurre la obra. 

Nos encontramos ante un texto complicado en el que las palabras son el principal protagonista: el qué decimos, el cómo lo decimos y en cómo nos afectan esas mismas palabras como seres humanos, como sociedad, y cómo nos vamos transformando a medida que éstas nos van calando. Como obra es un espectáculo obligatorio de la cartelera madrileña, como texto es un indispensable de cualquier biblioteca. 

El Golem estará en el Teatro María Guerrero, calle de Tamayo y Baus, 4, 28004 Madrid, de martes a domingo a las 20:00 horas. 

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